He incluido este editorial de prensa, por el hecho de ser un artículo con un marcado perfil político, como ejemplo real y actual (de hoy mismo), de hasta que punto la educación está expuesta a los vaivenes de la política. Los subrayados son míos.
Editorial (Deia 2012-04-17)
Educación, el otro déficit del Estado
Discutir en lo jurídico las competencias estipuladas en el art. 16 del Estatuto confirma el afán recentralizador, en este caso mediante un intento de homogeneizar la enseñanza que tendría repercusiones evidentes en la calidad de la misma.
Las medidas anunciadas por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, a las Comunidades Autónomas en la Conferencia Sectorial Extraordinaria de Educación con el fin de proceder al recorte de tres mil millones de euros en el sector educativo para hacer frente al déficit público que arrastra el Estado español suponen, vistas desde Euskadi, una doble vertiente de inquietud, política y social, a corto, medio y largo plazo. En la primera de ellas, la de ámbito político y en el plazo de lo inmediato, la pretensión del Ministerio de Educación de arrogarse la potestad de imponer sus atribuciones en materias como las sustituciones del profesorado, el horario lectivo del mismo o los complementos retributivos suponen una invasión competencial por incumplimiento del artículo 16 del Estatuto de Gernika, que establece textualmente cómo "en aplicación de lo dispuesto en la disposición adicional primera de la Constitución, es de la competencia de la Comunidad Autónoma del País Vasco la enseñanza en toda su extensión, niveles y grados, modalidades y especialidades" y, por tanto, también del artículo 149.32.3 de la Constitución sobre la atribución competencial. El mero hecho de que el ministro Wert sitúe en el ámbito de la discusión jurídica dicha realidad confirma, por tanto, en el medio-largo plazo el afán de recentralización que bajo el disfraz del déficit pretende trasladar a la práctica durante la presente legislatura y en virtud de su mayoría absoluta en las Cortes el Ejecutivo que preside Mariano Rajoy en materias claves del autogobierno vasco. En este caso concreto, con el objetivo de proceder a una homogeneización del sistema educativo que además convierte el intento recentralizador, ya de por sí harto preocupante en lo político, en socialmente grave por las repercusiones que se adivinan en la calidad de la enseñanza y en la preparación del alumnado, que en relación a los resultados de la enseñanza vasca es manifiestamente mejorable a nivel estatal como indican los estudios comparativos a nivel europeo. Así, las apelaciones de la consejera Isabel Celaá a "no jugar con el futuro de un país" tienen fundamento más que suficiente para cuestionar la invasión competencial y también los efectos de los recortes pretendidos en las capacidades futuras de las actuales generaciones de estudiantes. Sin duda. Pero las mismas hubiesen gozado de un mayor nivel de legitimación, en las dos vertientes, la política y la social, si se hubieran realizado del mismo modo cuando otras reformas y recortes anteriores, provenientes o promovidas desde los gobiernos socialistas, incidieron de manera similar y por ejemplo en la sustitución de bajas, la reducción del profesorado interino, en las horas lectivas o en la ampliación por motivos excepcionales del ratio de alumnos por aula.
Imanol Bahón
Imanol Bahón
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